Vivimos en sucesión, en división, en partes, en partículas. Mientras tanto dentro del hombre está alma del todo; el silencio sabio; la belleza universal, con la que cada parte y partícula está igualmente relacionada, el Uno eterno. Y este profundo poder en el cual existimos y cuya beatitud es completamente accesible a nosotros, no es sólo auto-suficiente y perfecta en cada hora, sino que el acto de ver y la cosa vista, el vaticinio y el espectáculo, el sujeto y el objeto, son uno. Vemos el mundo pieza por pieza, como el sol, la luna, el animal, el árbol; pero el todo, del cual estas son partes brillantes, es el alma.
Ralph Waldo Emerson

No hay comentarios:
Publicar un comentario