Relamiendo el plato vacío

Hay días en que los números no cuadran,las sumas y las restas protagonizan tremenda rebelión,logrando burlar al temido por muchos e incomprendido por más,al irreversible y fugaz tiempo. 

Y es que hay días en los que sorpresivamente aumentan las alegrías y se reducen las tristezas o viceversa. Provocando un caos emocional sobre el individuo que lo padece. Es cuando las agendas y las carteras de los que se dedican a estudiar el comportamiento humano,comienzan a engordar. 

Nuestra mente es tan poderosa o vulnerable,todo radica en la fuerza que ejerzamos sobre ella. 

Lo más prudente,sensato y congruente sería saborear y degustar el menú del día;pero nos aferramos a que no termine lo que más nos gusta,ciegamente seguimos relamiendo el plato vacío. No hay que temer a las restas,ni anhelar sólo las sumas,inclusive hay que darle valor al cero. 

Verónica Treviño