viernes, 3 de octubre de 2014

Hoy un pato me hizo feliz



¡Como me gusta la vida! ¡Como me encantan los viernes! Y el de hoy lo inicié con mucha alegría.
Caminando en el parque de mi casa,como todas las mañanas,disfrutando del canto de las aves y la fresca brisa del aire sobre mi rostro,en un parpadeo mi corazón dio brincos de alegría,de esas alegrías en donde recuerdas lo felicidad de tu infancia,en donde todo era mágico,fantástico y sorprendente. Mis ojitos no daban crédito
a lo que estaban viendo,¡un pato! Un precioso pato,nadando feliz en el arroyo del parque.
Me sentí la mujer más afortunada y dichosa del planeta,regrese a casa buscando algo de comida,improvise unas bolitas de pan con diferentes
granos y rápidamente regrese para ofrecérselas. Gustoso se las comió
y yo feliz disfrutando aquella escena.
Estoy convencida,de que la rutina,los problemas o las tristezas de la vida están hechos para que cuando llegue la alegría,nos olvidemos de todo lo que nos abruma y podemos volver a sentir como despierta nuestro corazón de niño.
Verónica Treviño 

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