Amarnos hasta que se nos agoten las ideas pero no el deseo.
Besarnos hasta saborear nuestros más íntimos secretos.
Acariciarnos suavemente,como el tenue rayo de luna a través
de tu ventana,pero tan intenso como el despertar del sol por
la mañana...todo eso y más provocas cuando me sumerjo en tu mirada.

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