martes, 30 de septiembre de 2014
A tientas
Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas,
uno adelanta manos como un ciego,
ciego imprudente por añadidura,
pero lo absurdo es que no es ciego,
y distingue el relámpago la lluvia,
los rostros insepultos la ceniza,
la sonrisa del necio,las afrentas
un barrunto de pena en el espejo,
la baranda oxidada con sus pájaros,
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre,
se avanza a tientas,lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas,vacilante
no importan la distancia ni el horario,
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada,
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto,
y a ciegas otra vez y para siempre,
se introduce en un túnel o destino,
que no se sabe dónde acaba.
Mario Benedetti
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